A horas
de caer
a esta ciudad
donde reina
la imponente
hipocresía.
No me importan las miradas
Sólo los vientos de cambio.
¿Por qué asesinar mi mundo?
Nunca imaginé
a alguien
tan, obsesionado
con este pedazo
de divinidad.
Pero Interzona
no es para todos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario