Vague durante demasiado tiempo, los cielos altos, las llamas asfixiantes, los desiertos inhóspitos y el terrible frío me enseñaron que en realidad lo único que importa es que al final de esta existencia pueda mirar hacia atrás y estar orgulloso de la sangre que se ha derramado a lo largo de mi vida.
Como si necesitara que alguien me dijera como es que debo percibir el mundo y qué es lo que debo considerar bello o tan siquiera tolerable. Nadie necesita que un imbécil le diga que debe cagar un arcoíris. Bueno, al menos eso espero, conociendo los tiempos en los que me ha tocado vivir, siempre existirá alguien que necesite de toda esa mierda, como si el mundo verdaderamente necesitara a otra pila de mierda sintiéndose especial, digo, yo también soy una pila de mierda pero al menos lo acepto. Supongo que eso es algo.
No sé como es que podría vivir de otra manera que no sea enclaustrándome en mis propios sin sentidos y mandando al mundo que me rodea al carajo. Cual deidad negligente, he asesinado mi pasado y futuro.
No necesito que nadie me diga como es que debo procesar o usar el dolor interno, en la casa de la risa aprendí como es que debo aparentar estar bien o al menos pasar desapercibido ante los ojos de quienes no están enfermos. Una gran mentira escondida en telaraña de verdad, Lo que sea necesario para librarme de su culto y su eterna persecución de entes dañados. Lo que de verdad necesito es la oportunidad de desquitarme por cualquier medio que me sea posible, no me importa si es que debo sacrificar la poca vida que me queda. Ellos ya me han arrebatado todo lo demás... Así que, hagamos que esto arda.
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