domingo, 21 de octubre de 2018

Parte.

Ha llegado la hora
hay un destino esperando en algún lugar
escondido tras lucha
 y la perdida.

Viajando taciturno
entre los demonios
de la propia carne
entre llamas
y ceniza.

Una victoria sin sentido.

Todo pierde
color y brillo
al ver
sólo
el triste
andar
de una vida
sepultada.

No puedo arrepentirme.

Cae la noche desnuda
y se levanta
importuno amanecer
ante el delirante.

Insomnio
y un trago envenenado.
Mezcla perfecta de obsesiva nostalgia
e irremediable tristeza.

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