martes, 2 de octubre de 2018

Destinado.

He roto el sello.
Resignado
extinguí el fuego
que solía mantener
este pulso deteriorado.

"¡Nunca más!"

Ante el latente abismo
el grito demente
siempre perdurará.

En tierras profanas
y estériles
sólo somos
recuerdos lejanos.

Traidores ante la existencia
enviciados por el corazón palpitante
y la falsa promesa
de un mejor mañana.

Perdidos en el dulce llanto.

Hasta la última promesa
del fuego y ceniza.
Hasta el próximo renacer.

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