aquel viejo sendero
donde los árboles muertos
y el miasma de la sangre
nos cubrieron con neblina
de un tétrico carmesí.
Esta vez
mastico tus huesos
mientras la luna
vuelve a llorar.
No podría soportar la idea
de que volvieras a abandonarme
así que que me encargue
de mantenerte junto a mi.
Mi temor es tan profundo.
¡Oh! Tan profundo
que me atrevo a justificar
cualquier tipi de atrocidad
que pueda llegar a cometer
en algún futuro.
¿Por qué no entiendes
cuanto te necesito?
Desde que por fin
me atreví a decirte adiós
la vida es una mierda
y a duras penas
vale la pena
despertar.
Y sin embargo nos encontramos
de nuevo en esta tierra sin vida
ni esperanza alguna.
Creí haber terminado
con la llama de tu vida
y sin embardo tu silueta
me espera al final
de este tunel.
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