mojan mi rostro.
puedo escucharte
susurrar.
Por más que lo intente
nunca podré alcanzarte.
Si tan sólo pudieras
escuchar mi voz
y entender que nunca
dejé de buscarte.
Pero fue el dolor
quien me ayudó a escapar.
Sin importar cuanto
intente tocar tu piel
siempre termino
rebelando mis cadenas.
Cuando despierte será
demasiado tarde.
Todo comienza
a derrumbarse lentamente
y cuanto más me aferro
a los buenos tiempos.
Mas me arrepiento
de seguir con vida.
Pronto mis recuerdos
y las caras conocidas.
No serán nada más que
sombras borrosas
parlanchinas y abominables
manchas de tinta.
Tan sólo quisiera
encuchar tu canto adormecedor.
Después de todo
no estarás a salvo
una vez que el daño
sea lo suficientemente grave.
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