domingo, 18 de octubre de 2020

Malaventura.

He intoxicado mis venas
con remedios baratos
y palabras huecas.

Llenas de dolor y gozo.

Pues no hay nada tan adictivo
que maldecir tu nombre
más allá de la realidad y el tiempo.

Desprecio cristalizado.

Un peso que ni la muerte
logrará aliviar.

Las nubes llorosas
se encargarán de ocultar
la sangre que he derramado
en tu nombre.

Intenta volver
a aquel momento.

Es una hermosa noche
para hacer vivido
el terror nocturno.

Observa bien esta vez.

No habrás olvidado
aquellas viejas promesas
que sellé con mi sangre
y devoción eterna.

Nunca podré odiarte.

Pues a pesar de todo
sigues siendo tu quien
e hace despertar
cada mañana.

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