sábado, 31 de octubre de 2020

Detrás de tus ojos.

Solía mirar las estrellas
sin importarme el mañana
lo que las gotas danzantes
pudieran gritar al caer.

Electrificadas por el ansia
el vértigo y el delirio
caen incansablemente
desde los altos cielos.

Cerré mis ojos
cuando ya no pude soportar
el destellante fulgor
de la gran ciudad.

Necesité deshacerme de todo
lo que alguna vez me importó
y sin embargo continuo
conservando el viejo rencor.

Claramente has recibido
el mayor castigo de todos
así que verás como es que
llegué a terminar de este modo.

Han sido mis manos quienes
te han arrebatado todo aquello
que creías simplemente
que se habría desvanecido.

Tomé tu libertar del mismo modo
en que tu me vendiste hace tanto
Sin titubeo alguno en mis entrañas
ni remordimiento que me aqueje.

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