miércoles, 7 de octubre de 2020

Benevolencia.

La muerte escuchó mis plegarias.

Te has borrado ante mi
antes de lo que pudiera imaginar.

¿Será que el día ha llegado?

Mi rastro
se refleja en tu mirada
haciendo que la dicha
se convierta en odio.

Muestro mis ansias
calcinantes y frenéticas.

Mi debilidad es tuya.

Siempre y cuando prometas
que al fin terminarás
aquello que comenzaste hace tanto
te entregaré mi yugular.

Después de todo
no he tenido pulso alguno
desde aquel entonces.

Tu libertad me pertenece.

Ese ha sido el pacto
que ha marcado mi suerte.

No hay nada en este mundo
que me importe en realidad.
Ese ha sido el precio.

Y a pesar de todo
no puedo permitirme
olvidar lo que significa
todo esto para ti.

Viviste en una ilusión
que al fin debe terminar.

Es el momento de tomar
los destellos del mundo olvidado
y crear un nuevo infierno.

Donde los impulsos suicidas
se encuentren a flor de piel
y el crujir de mi respiración
sea cada vez más insoportable.

He vendido mi alma
y a ti junto con ella.

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