está plagada
por millones
de eternos
arrepentimientos.
No necesito
ninguna medicina.
Mucho menos
que me digan
como es que debo
regir mi sentir.
Jódanse todos.
¡Adorada mía!
Mira como es que
desperdicio mi vida.
Siempre he sido
esta asquerosa peste.
No necesito
ningún cambio
cuando sé que soy
un desgraciado
que sin vergüenza
desperdicia
su vida.
Preferiría
haber muerto
antes de pasar
por todo...
En fin; Henos aquí.
El momento
en que termine
por decidir
entre la muerte
y la gloria.
No me importa
haberte decepcionado.
Nunca quise
apelar a tu orgullo
ni suspirar eternamente
sin antes asegurarme
de causar algún daño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario