En sueños de dicha
sigo escuchando
como es que mi nombre
vive en la voz
de la desdicha
tan resplandeciente
cual supernova.
Ven junto a mi
para marchamos
a aquel lugar
en dónde todo
era perfecto.
Prometo
que esta vez haré
que sea distinto.
Tal vez pueda
revivir a la felicidad
que en aquellos tiempos
le daban una razón
a esta vida.
Escapemos
a dónde el pasado
nunca llegue.
Quisiera que
pudieras sentir
como se quiebran
las mil cadenas
que me he colocado.
No intentes
comprender los terrores
que me marcaron.
Tan sólo toma mi mano
y con tu dulce tanco
podré respirar de nuevo
y llevarte entonces
a la tierra prometida.
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