en desesperanza total.
Em sendero nostalgia
las heridas duelen mucho más.
Cual terrible augurio.
Nunca más volveré
a aquel exilio.
Mucho menos
a la casa de la risa.
Prefiero morir en plomo candente.
Un mar de sangre
se extiende en mi último día.
Las ráfagas candentes
purifican este asqueroso mundo.
La era del terror ha comenzado.
Detrás de una sonrisa
complaciente y tímida.
Las ciudades arderán
y los dioses ya han muerto.
Dime que te perdone.
Quiero ver el arrepentimiento
brotar de tu mirada.
No hace falta decir
que terminaré contigo.
Estamos en el fin del mundo.
Eso es todo lo que importa
al caer la noche.
Entre las sombras
todo pierde sentido.
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