es aquella silueta amorfa
de voz reconfortante.
Mi amada lunática.
Oye...
¿Por qué todo lo que hago
pienso o digo
está mal?
Mi amada lunática.
Oye...
¿Por qué todo lo que hago
pienso o digo
está mal?
Detrás de este rostro
se manifiestan las visiones
se manifiestan las visiones
que a ausencia repelen.
¡Oh! Mi dulce amada.
Deberías de ver
en lo que me ha convertido
tanto desprecio
y odio.
He vuelto al polvo primigenio
del cual todos los sueños
llegan a ser engendrados.
Nunca dejaré de amarte.
He aprendido a "vivir"
con esta terrible resignación
a la que me he visto
obligado a aceptar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario