sábado, 13 de julio de 2019

Sólo soy yo.

No me importa
ser un completo desperdicio
ante los ojos
de un despreciable hipócrita.

Que mientras apuñala
niños huérfanos
habla sobre el amor
y la fe en Dios.

Supongo que eso significa
que no soy tan malo.

No me importa
si los justos maldicen
aquel día
en que llegué a este mundo.

Sólo escucho
la voz de mi voluntad
gritando en mi pecho
maldiciones e injurias.

Seguiré lanzando botellas vacías
hasta cansarme de esperar.

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