miércoles, 3 de julio de 2019

Mirada perdida.

Tomaste mi alma
y me dejaste siendo
un muerto viviente.

Al parecer tengo
a un demonio
cuidando mis espaldas.

Después de todo
pude aferrarme a la vida.

Incluso cuando
la esperanza
se había marchitado.

Y mi cuerpo se había convertido
en obscura gélida
e inerte obsidiana.

Pues veras que
las cosas han cambiado.

Desde aquel día
en que la penumbra
se convirtiera en mi hogar.

Abandone cualquier duda
y me desprendí de mi cuerpo.
Nunca espere regresar.

No hay nada que puedas hacer
para desterrarme de este mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario