sábado, 6 de julio de 2019

Al terminar la velada.

Vendí una parte de mi
sin importarme las consecuencias
no debería de sorprenderme
que todo se derrumbara.

Fue un proceso
largo y doloroso
que en realidad
no valió la pena.

Cada día que pasaba
era un clavo en el ataúd
de aquella vida
hermosa e irreal.

Nunca esperé
tener que despedirme
de mi tesoro
más preciado.

Una dulce mentira
que nadie puede ocultar
camina sobre la acera
y grita sin parar.

Rogando por su vida.
Suplicando por piedad.
Pero todo eso
será en vano.

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