Remedio.

Su dulce mirar
es el veneno que me hace
sentir un poco
de vida.

Lo lamento tanto
pero es mi naturaleza
quien habla.

Pues debo mantenerme
lejos de cualquier afecto
si es que quiero
sobrevivir al huracán.

Pues lamentablemente
me encuentro
terriblemente cautivado.

Perdóname por dejar sueños
y fantasías inconclusas
pero no puedo seguir.
No lo soportaría.

Pues sólo he visto
el rostro de la decepción
a lo largo de mi vida.