Partamos.

¿Que puedo hacer?
Tienes ese encanto seductor
tan propio de ti.

Conoces mi precio
de ti depende
aceptar o no
este parco de sangre.

Sólo recuerda que
no prometo otro destino
pues mi andar
solo ha de conducirme
a las profundidades del Averno..

Sólo bebe este veneno
y prometo
que siempre
permaneceré a tu lado.

Sostén mi mano
de aquí hasta
la eterna tormenta
de almas condenadas.

Pues al fin
el día
ha llegado.