Benditas flores
que con su belleza cautivadora
y delicada sonrisa
embriagan el alma.
Y de cierto modo
alegran la existencia.
He de preferir entonces
pagar por un poco de su magia
que buscar aquel tesoro maldito
llamado "amor".
Vivan aquellas flores
a las que veneramos
y al mismo tiempo maldecimos.
Que vivan entonces
aquellas flores.
Que con su andar
logran hacer del mundo
un lugar un poco
más interesante.
que con su belleza cautivadora
y delicada sonrisa
embriagan el alma.
Y de cierto modo
alegran la existencia.
He de preferir entonces
pagar por un poco de su magia
que buscar aquel tesoro maldito
llamado "amor".
Vivan aquellas flores
a las que veneramos
y al mismo tiempo maldecimos.
Que vivan entonces
aquellas flores.
Que con su andar
logran hacer del mundo
un lugar un poco
más interesante.
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