Vi a los acechadores
babear ansiosos
afilar su mirada
y atacar.
Desde entonces
supe bien que
ya habrían llegado.
Alejados de mi carne
sólo por la vida
que aún me queda.
Sólo queda
esperar el amanecer
y rezar por qué
aun exista algo de mi.
babear ansiosos
afilar su mirada
y atacar.
Desde entonces
supe bien que
ya habrían llegado.
Alejados de mi carne
sólo por la vida
que aún me queda.
Sólo queda
esperar el amanecer
y rezar por qué
aun exista algo de mi.
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