sábado, 15 de septiembre de 2018

...ya no importa.

Puedo escuchar el triste lamento
es el cruento destino
el que me arroja a las llamas.

Las cosas cambian
al renacer
hemos vendido
voluntad.

Perdí ante la eterna condena
que al anochecer se convierte
en frenético festival de buitres.

En nocturno ritual
es el cáliz envenenado
el que hace valer
esta triste existencia.

He de despedir
los efímeros recuerdos
en este nuevo amanecer.

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