El señor destino
ha dictado sentencia
sólo muerte y olvido.
Tras la historia
que al hierro forjó.
Henos aquí
en el vagón decrepito
de la vida absurda.
Tomaste mi alma
mi dignidad.
¿Que más quieres de mi?
Por supuesto que existe
aquel final feliz
que tanto esperas.
Justo ahí
donde el suicidio te espera.
Ya has quebrantado
mi espíritu
no queda nada más.
Puedes ver lo que queda
sólo
un montón de carne
esperando
para volver a la tierra.
¿Puedes verme a los ojos
y decir que no es verdad?
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