En el rojo atardecer
las sombras desaparecen
para traer la obscuridad.
Ya no me importa la obscuridad
hoy no.
No sin aquella figura
merodeando por ahí.
Hasta las maldiciones toman un descanso
para la nostalgia.
No me arrepiento
tenía que eliminarla.
Ya sabes como es eso.
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