miércoles, 25 de julio de 2018

Acero.

Sólo obedezco al deseo
mira mi sonrisa
mientras la mirada siniestra cuenta la verdad

Ten cuidado
          me cuesta contenerlo.

El carmesí llama
desde lo más profundo de las entrañas.

No hay nada malo en mi
sólo es el destino 
un telar tejido por los batas blancas.

Una silueta se aproxima
                   deberías correr.

El ritual del demente
comienza en la hora más obscura.

De carcajada a carcajada
recorro tu cuerpo
sintiendo en desliz impío.

Lo he dicho antes
                   es demasiado tarde.

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