El viento ha quemado
la poca carne que me quedaba.
Podría ser un poco peor.
Los monstruos del Averno
azotan látigos de hueso podríado
pero eso ya ha dejado de doler.
No hay nada más patetico
que lamer
viejas
heridas.
No le debería sorprender a nadie
hasta en eso he fallado.
Sólo queda
mirar la pared
esperando a que algo cambie.
Lo demás es inutil.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario