Camina a mi lado.

Fuiste tu quien me arrojó al infierno
no te sorprendas entonces
cuando las llamas vengan a buscarte.

Te atreviste a firmar con tu sangre.

Ahora puedo reclamar tu alma
y hacer de tu voluntad lo que me plazca
en una suerte que seas
tan insignificante para mi.

Mis pasos me han alejado
de tu realidad y ahora tus palabras
han perdido todo valor.

Si quisieras podrías intentarlo.

Pero claro, tienes un ego
que debes proteger a cualquier costo.
Procuré evitar la gran crisis
lo cierto es que te detesto.

Recuerda siempre que es sólo por eso
que puedo permitirme
mantenerte lejos de mis obscuras aficiones.

Pero tuviste que seguir escavando.

Hasta encontrarte frente a frente
con aquello que debo mantener en secreto.
Pues bien, te confié mi debilidad
y mis deseos de morir.

Veneno.

Hoy volví a sentir
sus delicadas manos
extendiéndose ante mi.

El viento soplaba
con furia devastadora
y el cielo se quebraba
con el paso inclemente
de loa relámpagos.

La tierra retumbó
los dioses murieron.
Todo terminó.

Una nube negra
anuncia nuestro destino
mientras nos adentramos
en tierras abandonadas
y desérticas.

Existe una triste historia
que aún no conoce su final.
Sólo se ha detenido.

Antes de partir deberé
darle fin a tu existencia
no importa si acaso
termino perdiendo
mi poca humanidad.

Sólo sé que debo
mantenerme alejado
de tu mirada.

Ojos vacíos.

Me vi forzado
a arrastrarme
desde las entrañas
del averno.

Como todo un demente
decrépito y malicioso.

No tengo
ningún problema
con darte la razón.

Sólo deberás
ofrecer tu vida.

Sabes como encontrarme
y el precio que tendrás
que pagar por esto
y sin embargo continuas.

Más solamente prolongas
tu mayor sufrimiento.

Acércate otro poco
que sólo necesito
un par de segundos

Para cumplir con
el mayor de tus deseos.

He estado peor.

Recuerda alma mía
como es que solía retorcerme
invadido pánico.

Recuerda mis palabra
mis advertencias.

Que he escuchado
el crujir de las hojas
acelerar el ritmo
y su potencia.

La respiración
de la bestia interna
se hace presente.

Será mejor que corras
ante el inminente despertar.

Mi alma se ha corrompido
pero no hay motivo
para que presencies
la ira de la bestia.

Hago el esfuerzo
para contener el desprecio
y poder sonreír.

Aléjate de mis garras
que he perdido el control.

Estamos a unos cuantos pasos
de una inminente tragedia.
Así que solamente corre
hacia las luces.

En cuerpo y alma.

Pertenecemos
a la misma historia
de desamparo
y derrota.

Eso no importaría
si tan sólo pudiera
acercarme a ti.

El exilio por fin se convierte
en una bendición.

Volvería realidad
mis peores pesadillas
reviviendo eternamente
las viejas derrotas.

Tan sólo para permanecer
un poco más
sosteniendo el anhelo.

Lo suficiente como para hacer
retroceder el tiempo.

El terror se apodera
de tus impulsos siempre
que me atrevo a mirarte
directo a los ojos.

Sin embargo pareces
estar encantada
con la tétrica sensación.

Por desgracia ya no estoy
dispuesto a servirte.

En tus manos.

Sólo tus ojos
han presenciado
mi verdadero ser
en toda su miseria.

Aquel cruel
espectáculo
de tormentos
y una pésima
suerte de mierda.

Regresa a mi lado
y prometo no volver
a frenar tu corazón.

Viviremos la perpetuidad
de las noches gélidas
y esta vez no habrá
sufrimiento alguno
que pueda interferir.

Ni remordimiento
que logre hacerme
abandonar mis intenciones.

Pues bien, es hora
de aceptar mi destino
como el verdadero
verdugo de ilusiones
que en realidad soy.

Sin vergüenza.

¿Que ha sido
de ti
Querida mia?

Intenta ser breve.

He escuchado
miles de tragedias
pero nunca
me importó
tu destino.

Si bien he de ser yo
el responsable
por haberte creado.

"Sólo por hoy."

Como suelen
decir aquellos
engendros mutantes
de voluntad
dogmática
y corrupta.

El universo
no tiene ninguna voz
ni conciencia.

No existe un creador.

Porque mi mente
sólo es capaz
de alimentar
malos recuerdos
y terrores
vívidos.