Sólo tus ojos
han presenciado
mi verdadero ser
en toda su miseria.
Aquel cruel
espectáculo
de tormentos
y una pésima
suerte de mierda.
Regresa a mi lado
y prometo no volver
a frenar tu corazón.
Viviremos la perpetuidad
de las noches gélidas
y esta vez no habrá
sufrimiento alguno
que pueda interferir.
Ni remordimiento
que logre hacerme
abandonar mis intenciones.
Pues bien, es hora
de aceptar mi destino
como el verdadero
verdugo de ilusiones
que en realidad soy.
han presenciado
mi verdadero ser
en toda su miseria.
Aquel cruel
espectáculo
de tormentos
y una pésima
suerte de mierda.
Regresa a mi lado
y prometo no volver
a frenar tu corazón.
Viviremos la perpetuidad
de las noches gélidas
y esta vez no habrá
sufrimiento alguno
que pueda interferir.
Ni remordimiento
que logre hacerme
abandonar mis intenciones.
Pues bien, es hora
de aceptar mi destino
como el verdadero
verdugo de ilusiones
que en realidad soy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario