Toma una siesta para pensar tu mejor movimiento.
Dime que soy tan despreciable que desearías
jamás haberte cruzado en mi camino.
No soy más que un lobo hambriento.
Un rey maravilloso si lo que esperas es la poca piedad que un universo indiferente puede mostrar ante las mentes menos preparadas para los horrores que habitan en las afueras de los sentidos humanos.
Grita, gime, murmura, silva, brama y cacarea al mismo tempo.
Aquello que habita lo prohibido ha despertado y los horrores de otra vida cobrarán el ansia por carne humana. Nada puede ocultarse a la oscuridad del eclipse.
Reconozco a mis demonios
y tú ¿Puedes decir lo mismo?
¿Puedes sentirte libre?
¿En serio has olvidado tus actos?
Muere entonces siendo poco menos que una puta
de lengua afilada, cruel e insignificante.
Ahora siente el peso de mi bota.
Imagen generada por IA
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