añorando los momentos dónde todo
splía parecer perfecto.
Incluso cuándo no lo era.
Siento tu tacto
con el pasar de los años
y me haces alejar a las tinieblas
de un mal ritmo y compás.
Dime que has sido mí
más grande cariño.
Que las llamas jamás dejarán de arder.
Las muecas en los rostros
perplejos de quienes nunca
creyeron verme ser
más que un vil enajenado.
Dime ahora que sólo
los impulsos carnales mueven, ahora que
la pasón grita más que nunca.
Hemos envejecido pero
cuando el final de los días llega
mis rastas muestran
algo más que una simple
mueca de desprecio.
Dime que esto es todo
lo que te has atrevido
a desenterrar de las eras
meramente carnales.
Logros infernales.
Monótonos monólogos
de placer loco y más logos
simposios y descaros.
Mañanas interminables
de simple descaro
y seguidores sinceros.
No soy nada más que otro polvo
otro mal destino y un fin destilado
entre mundos invisibles.
Otro mañana
otro ruido.
Imagen generada por IA
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