miércoles, 19 de febrero de 2020

Decadencia.

Si al igual que yo
por fin te has encontrado
con la más sórdida
noche de tu vida.

Déjame decirte
que eso es sólo
el comienzo.

Las noches se tornarán
cada vez más turbias
y plagadas de nostalgia
desde aquella noche.

Las cosas han cambiado
y ahora te encuentras
en tierra de nadie.

Hasta ahora has tenido
demasiada suerte como
para que nadie lograra
romper tus encantos.

Apagar tu existencia
sólo es el primer paso
para adentrarme aún más.

Tuve una visión
en la que pude haber evitado
que el fuego se propagara
pero quería que ardieras.

Un sonido.

Una lágrima vespertina
encaminará tus pasos
hacia el inevitable
cierre de telón.

Terminaremos por encontraros
sumergidos en las sombras.

Y en un par de instantes
volveré al pasado
sólo para evitar
perderte, querida mía.

Sólo soy un hombre
demasiado amargado.

Lo suficiente como para
tragar arena inmunda
sólo para volver a la derrota
un poco menos amarga.

Estoy tan acostumbrado
a dejarme desaparecer.

Esta vez estoy seguro
de haber destruido
todo lo que me ataba
a tu dulce recuerdo.

Sin embargo estoy aquí
rogándole a la luna.

martes, 18 de febrero de 2020

Muerte.

El abismo ha liberado mi mente
del eterno destierro al cual
me habías condenado
y he vuelto a respirar.

Corrompe mi mente
tanto como quieras
el final será el mismo.

Ya he derrocado
terrores  abstractos.

Ahora que entiendo claramente
a los aullidos sobrecogedores
que asedian las noches malditas
es cuando envidio a los muertos.

No eres nadie para
cuestionar los designios
de la dama pálida.

La más benevolente
de todas las musas.

Pues con un beso gélido y celestial
arranca el espíritu del cuerpo
y con su enternecedora sonrisa
proclama el inminente final.

Haría lo que fuera
por sentir aquel
aliento petrificaste.

Y conocer al fin
sus designios.

Estremecedora.

Dosifica la tristeza
con un cenit envenenado
que gradualmente
me enloquecerá.

Despierta a la bestia.

No sabes cuanto
he estado esperando
para hacer realidad
mi más grande anhelo.

Y estremecer tu mundo.

No me preguntes a donde
se han ido mis esperanzas
pues donde sea que estén
es sin duda un mejor lugar.

Al final. Todo estará bien.

No sé cuantas veces
he estado al borde de la muerte
y me he mantenido
respirando.

Alegremente.

Atraviesa la neblina
sin temor a los demonios
que la noche alberga.
Cobijate en las sombras
y dejame tomar tu mano.

Mi tacto puede parecer
el de un hombre muerto.

Creo firmemente que lo soy.

No necesito más prueba
que mi mirada perdida
y la manera en la que me oculto
de la luz, el calor y el sol.
Sé que no pertenezco a este lugar.

Incluso cuando quisiera quedarme
sólo un momento más.

Sólo alargo la agonía.

Es momento de que cumpla
con mi eterna promesa
de arrastrarte al infierno
que me ha expulsado.
Es ese mi propósito.

lunes, 17 de febrero de 2020

Arterias.

         No permitas que
       la obscuridad interna
                me aleje.

          Sabes cuanto
         necesito
            tu ridícula
        ayuda.

      Juega a ser dios
        con mi vida.

       En el fondo
      nunca serás
       nada más que sólo
                     una farsante.

       Así que ya
    deja de
        llorar.

       Nunca pensé que
     podrías llegar a ser
            incluso peor
      de lo que recuerdo.

      Tu identidad
    es una broma.

 Sé cuanto
  mueres por liberar
      a la verdadera...

  Deja de ocultarte
                    en una falsa identidad
            y vuelve a surgir
         ángel caído.

      No tiene sentido
        esconderse.

    Sé que escondes
       bajo la falsa
            delicadeza.

Emisario.

Me repugna la idea de concebir
una existencia tan miserable
como lo es la vida de una sombra
que ha sido eternamente olvidada.

¿Acaso eres tan débil como para
desfallecer ante un ente tan patético?

Recuerdo haberte mostrado el significado
de la destructiva corrosión del espíritu
que lamentablemente conduce a cualquiera
a los lejanos confines de la locura.

No hay nada que puedas hacer ahora
después de todo ya he visto tu rostro.

Quisiera permanecer a tu laso solamente
para presenciar tu eterno martirio
y la eterna agonía quebrantar tus sentidos
mientras que las llamas avivan el espectáculo.

Estaré al asecho incluso cuando
mi cadáver sea completamente descompuesto.

No hay nada que pueda detener
los designios del primero de los caídos
quien con una sonrisa acepta tu vida
como mi mayor sacrificio.