miércoles, 9 de octubre de 2019

Mente enferma.

Así que
debería aferrarme
al engaño
y buscar una vida.

O lo que sea
que eso signifique.

Mi cuerpo
muere lentamente.
No me retracto
de nada.

Sólo la muerte
me brindará
la libertad
que busco.

La vida
pierde significado.

Un segundo se pierde
y cuando despierto
todo se ha roto.

No hay nada
que pueda hacer
para detener
este ciclo sin fin.

No hay por qué
temerle al vacío.

Incluso
cuando deba
perderme por completo
y desaparece.

Sólo para
volverme a encontrar
con el mismo
juego demencial.

Siempre que conserve
mi pútrida esencia.

Tendré
la oportunidad
de volver a encontrar
mi camino

martes, 8 de octubre de 2019

Sueño ambiguo.

Un viento desgarrador
termina de encender mis sentidos.
Sólo para verme perdido
en medio del vacío.

Caminaba en medio de millones
de luces resplandecientes
y sonidos sintéticos.

Me encontraba
entonces en medio
de la pesadilla tecnológica
observado por ojos cibernéticos.

Una voz distorsionada susurra
estática a través de mis entrañas
y vuelvo a convulsionar.

Mientras que sobre mi
vuela una enorme estación
destinada a controlar
lo que pienso.

Un corazón de metal
me mantiene con vida artificial
en contra de mi voluntad.

La obscuridad.

Si he de cargar
esta eterna maldición
al menos debería intentar
hacer del martirio
mi sangre.

No quiero
que veas
lo que soy.

La inocencia se ha ido
junto con el dulce recuerdo
de los días felices
y los buenos
momentos.

Sólo queda
una mancha
en mi interior.

Sólo el invierno
sabe cuanto me he lamentado
desde aquel entonteces
y como es que
cambié.

Lamento tanto
haberte decepcionado
de nuevo.

Nunca estaré
realmente satisfecho
pues al fin he aprendido
a simplemente
no sentir.

lunes, 7 de octubre de 2019

Necropolis.

El hogar de las pesadillas
alimenta los miedos internos
y hace que el corazón
se detenga.

Sólo la muerte
conoce el camino
a la verdadera
ciudad obscura.

Donde los demonios
mastican mis huesos
y los terrores nocturnos
vaga libremente.

Una tierra aterradoramente
familiar para mi.

Debería irme
pero no quiero.

Nunca
en esta vida
me he sentido
tan vivo.

Por alguna razón
no puedo temer a las obscuridad
y tampoco quiero alejarme
de su dulce cobijo.

En esta tierra muerta
encontré el único
hogar que necesito.

Neblina.

Lamento la molestia
pero tengo un par de pensamientos
que necesito aclarar
y sé muy bien que tu.

Tienes parte de la respuesta.

Camino impulsivamente
sin saber ni importarme a donde voy.

Pues incluso cuando
mis pecados me alcanzan he logrado
salirme con la mía
y esta vez.

No será distinto.

Cierro los ojos y me olvido este mundo
doy el siguiente paso
y todo vuelve a derrumbarse.

Al mirarme en el espejo sólo puedo
ver a un cadáver sin nada que lamentar.

He visto tantas veces
la misma historia a través de mis ojos.
He perdido la voluntad para mantenerme
de pie contra el viento.

Así que sólo caeré.

Tumbado en el suelo esperaré a que mi carne
se descomponga por completo
y me libere al fin.

Del vacío en el que me encuentro
todo el tiempo.

domingo, 6 de octubre de 2019

Mi turno.

  Claro que te creo
     sé cuanto te importa
mi supuesto bienestar.

Sé que lo prometí
    pero debes ser
demasiado ingenua para pensar
       que quiero
             conseguir una vida.

No sé
             que quieras lograr
   al mostrarme tus heridas.

Cuando mis antebrazos
         están igualmente
marcados con aquel estigma
       reservado sólo
          para locos suicidas.

Puedo ver tu dolor
               pero no puedo sentir
 una pizca de compasión.

No me importa tu pasado
       y mucho menos tu futuro.
Suenan campanas a la distancia
        sé que sólo se trata de
               una falsa alarma.

   Lo siento pero
       ya no tengo tiempo
    que pueda perder.

Sonido blanco.

Mírame a los ojos
e intenta creer
tus propias mentiras.

Dijiste una y otra vez
que al final del camino
habría un final feliz.
Nada de eso
es cierto.

Sé que nunca te he importado
limpia tus lágrimas y deja caer el telón.

Sabes cuanto dolor cargo
pero prefieres
creerle a mi sonrisa.

Así que deja de preguntarte
como es que alguien puede vivir
esperando el dulce
y gélido beso
de la muerte.

Siempre había creído
que nunca me abandonarías.

Tienes razón al decir
que de nada sirve
intentar rescatarme.