martes, 8 de octubre de 2019

La obscuridad.

Si he de cargar
esta eterna maldición
al menos debería intentar
hacer del martirio
mi sangre.

No quiero
que veas
lo que soy.

La inocencia se ha ido
junto con el dulce recuerdo
de los días felices
y los buenos
momentos.

Sólo queda
una mancha
en mi interior.

Sólo el invierno
sabe cuanto me he lamentado
desde aquel entonteces
y como es que
cambié.

Lamento tanto
haberte decepcionado
de nuevo.

Nunca estaré
realmente satisfecho
pues al fin he aprendido
a simplemente
no sentir.

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