domingo, 6 de octubre de 2019

Mi turno.

  Claro que te creo
     sé cuanto te importa
mi supuesto bienestar.

Sé que lo prometí
    pero debes ser
demasiado ingenua para pensar
       que quiero
             conseguir una vida.

No sé
             que quieras lograr
   al mostrarme tus heridas.

Cuando mis antebrazos
         están igualmente
marcados con aquel estigma
       reservado sólo
          para locos suicidas.

Puedo ver tu dolor
               pero no puedo sentir
 una pizca de compasión.

No me importa tu pasado
       y mucho menos tu futuro.
Suenan campanas a la distancia
        sé que sólo se trata de
               una falsa alarma.

   Lo siento pero
       ya no tengo tiempo
    que pueda perder.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario