domingo, 22 de julio de 2018

Destellos.

Nunca importó en realidad
debo aceptar
mi vida destruida
... rendirme ante la realidad.

Acercarme a la luz
e intentar abrir los ojos.

No reconozco mi cuerpo
aunque puedo sentir mi andar
es raro volver a mirar el espejo
sentir el sol.

Lo cierto es que la obscuridad
al menos es honesta.

El odio interno, mundo desquisiante
cuanto daría por acabar contigo
pero eso estaría mal.
Aunque eso nunca me ha importado.


sábado, 21 de julio de 2018

Puedo ver.

Prisionero del alma
y de esta realidad de hormigón
camino entre la celdas
aunque veo el cielo
sé que
nada es real.

Simplemente
esperando
que la grieta
me termine
de quebrar.

Surgir
cual demonio
entre los años
y ritos obscuros.
Tomar el tan ansiado néctar
carmesí prohibido.

Lamento
si mi cabeza
no está
lo suficientemente
..."bien".

Blancos pasillos.

No me importó perder
tampoco el desencanto
mi cuerpo no podía siquiera
tratar de fingir interés.

Sin escombros
el viento recobró las cenizas
las espació en un todo
al que llamaré "Infierno".

Ya me había marchado
desde hace demasiado tiempo.
No me importó
quemar mis recuerdos.

Sin escusas.
Odio e Ira son grandes musas
para los enfermos mentales
que vagan sin rumbo fijo.

Un cadáver viviente
acumulando óxido y carroña.
Este camino es mi única salida
de esta miserable realidad

No...
No digas que hay esperanza
yo mismo me aseguré de ello

viernes, 20 de julio de 2018

49:64

Cuando nada importa
las noches encuentran su destino
los ecos callan
y las voces también.

Sin pesadillas
y un poco menos aturdido.

Es el ojo del huracán, lo sé bien.

Cuando el universo
se vuelve tangible
el desenfreno del alma explota
entre lápidas olvidadas.

El silencio
la obscura penumbra.

El único hogar.

Cuando la sonrisa
de los labios de serpiente
me susurrarón
viejos conjuros.

Nunca esperé
que el abismo fuera tan acogedor.

Por fin, tranquilo.

jueves, 19 de julio de 2018

Seis sombras.

Capturamos la ninfa nocturna
entre callejuelas
y sonidos de campanas.

Cobijados entre
los túnicas negras
hermanos míos
vagando noche tras noche
entre ritos sangrientos
y alaridos dolientes.

Llama la penumbra
invitando
a los sórdidos lamentos.

Espectros obscuros
meciéndose en la calle
cobijados por el encanto nocturno
y el frío demencial.

Cual almas condenadas
nos mecemos otro día
cazando
escuchando
esperamos el momento.

Fiebre.

A llegar
la media noche
entre
lo sacro
y lo infernal.

Crepúsculo entre los entes malditos
y los coros angelicales.

         Las tristes sombras
                   exiliados
            del gran reino
              hermanos míos.
                  condenados.

 Una suave muerte
ahogado en carmesí
y entre alucinaciones
cobrizas.

Interzona.

Asesino de los limites
porto la daga.
Asesino de la placenta.

    Demonios
    del profundo
         Averno.

Maté a esa dulce barrera
entre lo real
y los sueños de los condendos.

      Pesadillas
       terrores nocturnos
    dulces recuerdos.

La fatalidad bailoteante
tétricos atardeceres llenos
del gris más obscuro .

      Entre
   los impulsos
       suicidas.

Caemos tendidos ante algo
parecido a la salvación
y el calor de la vida.

     Sueña
         cretino
  sueña.