e intenta esconder
el horror y las nauseas.
Ante la nefasta y cruda
visión que aguarda.
¿Si es cierto que te importo
podrías soportar mi sangre
brotando día y noche?
Estoy agradecido
por haberte conocido.
Y al mismo tiempo
quisiera nunca haber
contemplado tu existencia.
No soy ningún ángel
mucho menos alguien
que tan siquiera pudiera
considerarse decente.
Pues todo aquello
que me ha importado
ha sido destruido.
Mis propias manos
estrujaron tu cuello
y me hicieron libre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario