deambulan día y noche.
Gritan mi nombre
en un vano intento
de hacerme doblegar.
Pues sólo tus labios
logran estremecer
mis sentidos.
No soy dueño de mi destino
y tampoco me importa
poder llegar a serlo.
pues la muerte es lo único
que siempre será seguro.
Tendré suerte si algún día
podré ser capaz de soportar
el sol sobre mi piel.
Mientras tanto permaneceré
en lo más profundo
del abismo sin nombre.
El tiempo dejó de tener
cualquier sentido para mi.
Así que sigue intentando
que todo esto sea tan importante
como para cambiar mi vida.
Lo cierto es que nunca
pude sentirme tan vivo
como en aquel entonces
por suerte incineré mi mente
para no volver a recordar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario