Mentí tantas veces.
Descansaste tan cerca de mi
interminables noches llenas de llanto
sin embargo nunca pude escuchar tu dolor.
Siempre fuiste insignificante.
No puedo recordar
el amor que nunca existió.
Nunca sentí lo suficiente
como para aferrarme.
No realmente.
Siempre he tratado de esconder
mi culpa y dolor.
Pero ahora que estoy muriendo
el orgullo toma caminos inusuales
haciéndome confesar mis pecados.
No fue sencillo hacer
que la semilla del desprecio brotara en ti.
Aquella manera de mirarme
casi despertó en mi sentimientos de misericordia.
Pero fue demasiado tarde
... ya he sido consumido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario