viernes, 28 de diciembre de 2018

Brindo por...

Al sonar la doceava campanada
y encarar el exilio
del mundo de los vivos.

Desesperado por salir
de este frío confinamiento
de madera y peste.

Bajo lápida de mármol
un corazón negro y fragmentado
el lo que me mantiene de pie
como una bestia hambrienta de venganza.

Tras haberme convertido
en una voz espectral y distante
acudo a una nueva mascarada.

Saludo rostros nuevos
y conocidos también.

Esta noche
todos son completos desconocidos.
Esta noche conocerán
a la siniestra voz.

A la que estoy condenado a contener

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