lunes, 31 de diciembre de 2018

Invierno.

Puedo escuchar
los truenos
mas no llueve.

Desde la distancia
pasmado ante
la danza frenética
de la tétrica dama pálida.

Un millar de destellos
alumbran la noche
y claman la devastación.

Al amanecer cuando
el polvo se ha disipado
se pueden ver
rostros agonizantes.

Perdida en una insana
lujuria sangrienta
hasta romper el alba.

Deja a su paso
cuerpos deformados
por el fuego
y los escombros.

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