martes, 21 de agosto de 2018

Medio día.

Al alzarse el alba
justo antes de terminar
otro día marchito
en el frío de la soledad.

Sólo tras la sonrisa
los ojos pueden comenzar a mentir.

Otro día
desperdiciado
en esta historia.

¿Puedes ayudarme?
Quiero terminar lo más pronto posible.

Con el destino
apostado en el corazón marchito
los hilos del tiempo
se podrán romper.

Se ha roto el mundo
el fuego me ha consumido.

Los huracanes soplan
a la temida memoria bastarda
El segundero avanza
y el dolor crece.
Sólo eso...

XXl

Grita tan fuerte como si fueras a asustar a la muerte.
No tiembles,
tu debidad saldrá por tus dedos.
No llores,
no hagas cómplice a tus ojos.

lunes, 20 de agosto de 2018

Destello.

He dado la espalda
a lo que solía llamar hogar
no queda nada
Nada salvo el desvarío.

Mi última esperanza
encajada en el alma
como la única
que puede hacerme vivir.

A pesar de todo
fui bendecido al mirar su fulgor
desde la gran lejanía
en lo profundo

Llama un latido breve
sólo otra sonrisa
para sobrevivir hoy.
Sólo otra sonrisa.

Para volver a jugar
a detener mi pulso un rato
hasta que vuelvas a llamar.
Donde la locura reina.


27:84

Verás mi silueta
en calles desiertas
contando mis lamentos
al compás 
de mi moribundo andar.

Una mala noche
tal vez la peor.

Pero sólo existo
como un tormento agudo
algún sucio juego mental.
Un nudo en la garganta
un desmallo.

¿Todo bien?
Sólo quiero verte sufrir.

Noche a noche
escondido en algún lugar
se escucha
el crujir de mi respiración.

Pronto
lo juro.

domingo, 19 de agosto de 2018

Alma.

Me he vuelto loco
tanto años
divagando sin sentidos
melancolías baratas.

Exiliado
obligado a habitar.

Un asqueroso lugar en mi mente
adaptándome al anochecer
y las bendiciones de la luna.

Ha muerto
lo que movía mi cuerpo.
Traicionado
por los sueños.

Quisiera
decir que no fue divertido.

El dolor, el pánico y la peste.
Pude escuchar los gritos
sentir cada herida
como si de mi carne se tratase.

Corroído.

No pude evitar.
Ser corroído en la tormenta
de los antiguos lagos infernales.

Entre la neblina
y el frió aliento de invierno.

No fue el destino.
A las fuerzas del universo
nunca le importó mi vida.

Vendí mi mundo
no hay vuelta atrás ni futuro.

No me puedo arrepentir.
Mi libre albedrío tuvo la última palabra
no me importa cargar con esto.

Me he convertido
en algún enfermo mental.

No me importa.
Siempre he venerado la locura
supongo que es justo.

sábado, 18 de agosto de 2018

Deterioro.

Desperte
de la turbia
aparición
diurna
siempre
gritando.

La demente pesadilla que me acosa
escupe culpas, destierro y dolor.
Justo como en los buenos tiempos.

Años atrás
cuando
la peste
aun
no me
poseía.

Es sucintamente malo recordar
como para seguir un poco cuerdo.
No quiero volver a dormir.

Su rostro
angelical
mi
más grande
miedo.