sábado, 14 de julio de 2018

Espiral...

El destino
dictó
esta mierda.

¿Por fin soy lo suficientemente bueno?
¿Lo suficiente
para dejar de ser esta toxina?

Después de una noche estúpida
debajo de la tela
que separan al desdén.

Escucho
el agudo sonido
del lloriquear
de las noches nostálgicas.

Absurdamente
enmascaradas con algo
de magia pútrida.


Entregado.

Ahora  
que las manos del demonio
son mi única guía.

        Ahora
 que las
     vivoras
asechan.

Al fin a merced
del futuro prometedor.

    Clandestinamente
      me atrovo
    a rosar
 el sueño.

Rezo, ante los señores
del Averno.
Un mejor 
       camino.

viernes, 13 de julio de 2018

Cretino.

El viento ha quemado
la poca carne que me quedaba.

Podría ser un poco peor.

Los monstruos del Averno
azotan látigos de hueso podríado
pero eso ya ha dejado de doler.

No hay nada más patetico
que lamer
viejas
heridas.

No le debería sorprender a nadie
hasta en eso he fallado.

Sólo queda
mirar la pared
esperando a que algo cambie.

Lo demás es inutil.

Decaída...

La suerte sonríe
al de la mirada siniestra
y el lento andar.

Con cigarrillo en mano
y demasiadas dudas en la cabeza.
Santo remedio
un mediocre burdel.

Zuripanta, ese era su nombre
ese día, ese lugar.
Sólo otra triste noche.

El sensual disfraz
casi podía
ocultar
sus lamentos.

"La vida es una mierda, para todos"

Un par se sonrisas
y tragos después.
Escucho los
susurros malditos.

jueves, 12 de julio de 2018

Soliloquio 5

Callan las estrellas
se opacan los astros
y las manecillas se detienen.
Sopla el viento
la tormenta enmudece.

Entre relámpagos estáticos
la mórbida figura
que la luz del sol oculta.

Maldición eterna
que me persigue
en el laberinto de la vida.
Embriagante
Así es el dolor mio.

Cantan las calles
brilla la ciudad
mas, nada importa ahora.

Iluminado.

Jamás imagine
la dicha de la muerte
hasta aquel día.

Tras algún
conjuro misticioso
y una mezcla de pastillas
la vida se borra.

Y vuelves a iniciar.

Una nueva vida
encencerrado entre
terapias
y "buenos deseos".

Todo se desvanece
cual humo de cigarrillo
una
y otra vez.

El suicidio no es tan
                malo.

Atrapado.

Luz impia
fulgor de algún ángel caído
estúpida ilusión
de mi mente retorcida.

Suelta la daga oculta
algo se ha quebrado.

Un fuego alucinante
tras la mirada salvaje
de aquellos ojos
cobre celeste.

He dicho
que me rindo.

¿Que más quieres de mi?