¿Por qué tengo que caminar
en esta calle de mierda?
A donde quiera que volteo
adictos y teporochos
con pies de plomo.
Tener cuidado, nunca es demasiado.
No sé cómo decir
que me siento harto
de los chismes de barrio
y de las notas rojas.
Es que este ambiente congela el alma
y eso arde.
Aunque tenga buenos amigos
y una calle un poco tranquila,
lloro al ver mi ciudad.
Debo ver caras tristes
y sin esperanza.
con miedo…
al vecino, al enemigo
e incluso al amigo.
No se cómo es que crecí
en esta ciudad.
Hasta la fecha doy gracias
a esos amigos reales
por haberme apoyado
por haberme acompañado.
Me siento afortunado
aunque maldito.
Mi bienestar
es casi una injusticia.
Esa suerte simple
e injusta.
Moriría por ver futuro
en los rostros cotidianos
y no ver a la parca afilando su guadaña.
Recuérdame, aunque sea una pesadilla.
Soy ese vergonzoso pecado
ese recuerdo reprimido
un cáncer mental
algo que quisieras que no existiera.
Vago con paso acosante
aunque no sea mi intención
puedo recordar tu aroma
y tus brillantes ojos
al amanecer.
Soy un error
tal vez un espectro.
Esa sombra que vigila
un incómodo momento.