que los desgraciados ver como si fuera
la mayor de todas las deidades.
Siendo asfixiado
por mi propia sangre
una y otra vez.
Hasta que al fin
pueda recordar
cual es mi nombre.
Inconsciente, atónito
y completamente desvanecido
bajo las sombras insidiosas.
El aire infestado
se adentra en mis venas
haciendo del tormento
algo incluso peor.
Calcina mis entrañas y arremete
contra mi memoria cuanto quieras
lo cierto es que yo te he creado.
Por más que corras
no puedes evitar verme
incrustado en cada
una de tus pesadillas
siendo invocado
ante tu sola presencia.
Después de todo deberé
pagar por el peor de mis pecados
en este ciclo eterno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario