domingo, 20 de diciembre de 2020

Dulce hogar.

Al final comprenderás
por qué  no me importa 
vagar por siempre 
entre las penumbra.

Pues tarde o temprano
todos los caminos
terminarán por traerme a casa.

Sólo debo seguir el sonido
que de tus alaridos
y esperar que el dolor
logre despertarme.

No hay nada como
tu presencia para
hacerme agonizar.

Deberé desaparecer
mientras me encuentre
vagando por los confines
de la realidad y la locura.

Cada paso que doy
e incluso cuando llego a caer 
termino por acercarme
un poco más.

Te dije en su momento
que tu fuiste el motivo
para volver a la vida.

Así que sólo existo para
recorrer días lluviosos
en busca del cualquier recuerdo
que me haga gritar.

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