los obscuros designios
de una tétrica
y enferma sonrisa.
Desde el principio
de los tiempos.
Todo fue decidido.
Habrás de ser tu
quien estuviera
al final del túnel.
Siempre he sabido
que es inminente
y cuando llegue el momento
estaré condenada.
Tan sólo me basta
con verte de nuevo.
Y ese será mi final.
Tomaré tu corazón
aun palpitante
de tu pecho.
Los cielos retumban
al compas de las manecillas
de los últimos tiempos
y el ansia carcomiente.
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