caen sobre mi rostro
más ahora la historia
es completamente distinta.
No hay manera alguna
en que puedas purificarme.
He dejado atrás cualquier
estúpido sentimentalismo
para por fin dejar la vida
y morir precipitadamente.
No me interesa
buscar salida alguna.
Me encuentro justamente
donde merezco estar.
Siendo un fracasado
que sólo espera la muerte.
Navegué en un mar
impregnado de decepciones.
Sé que nadie podría
vivir de esta manera
pero en realidad
no me considero así.
He de ser un cadáver
que aun no ha muerto.
O al menos
no lo suficiente
para perder el calor
de una mirada perdida.
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