tu vida. Querida
y lo feliz que eres ahora.
Yo soy como
un agujero negro
que convierte la felicidad
en terrible frío.
Cúbreme con el manto
del olvido. Querida.
Acalla mi voz por siempre.
Qué no hay nada
que logre conseguir
acercarme la redención
verdadera.
No dejes que infecte
tus campos. Querida.
Mucho menos tus sueños.
Suelo soñarte
sin importarme estar
vivo o muerto
en esta realidad.
Ya estoy demasiado cansado
de esto. Querida.
Devuélveme a mi hogar.
Tu escancia
es llanto fúnebre
cargado de nostalgia
y tristeza.
Más las flores viven.
¡Oh! Querida mía
esperando tu regreso.
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