sábado, 17 de noviembre de 2018

Calor efímero.

Cuando alzo la mirada
hacia los tristes ojos
de la misa vestida de neblina
y delirios fugaces.

Soy un perro sarnoso
embriagado de divinidad
emergente a media noche.

Acaricia mis harapos
y encamina mi perdición
recuerda que soy adicto al dolor.

Extrae un suspiro
de esta carroña ambulante
antes de que el mañana
devele sus planes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario