lunes, 19 de noviembre de 2018

Debe existir.

Antes del primer resplandor
del astro naciente
en medio del caos infinito
y todo aquello
que nunca será.

Donde puedo alzar
aquello que desde siempre se me ha negado.

Puedo recordar
era bueno sentirse vivo
saber que existes
y aún queda algo 
que rescatar en ti.

Esperaré el destello
de la musa celestial.

A la distancia
donde callan
las  tormentas
y calman los relámpagos.
Y la condena es sólo 
una triste memoria.

Enterrada por siempre
en el olvido.

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