A paso arrastrado
murmurando penas
hacia la soledad
su única compañía.
¡Oh! Claro que lo he visto antes.
Es difícil tratar
de describir el "pulso"
de aquel hombre
taciturno y noctambulo.
Como un eterno silencio.
Quebrado de vez en cuando
por un enorme
y punzante
grito de dolor.
Claro que lo conozco.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario